sábado, abril 12, 2014

 

Capitán América: Top Ten



El Capitán América es un magnífico personaje que encarna unos grandes ideales, pero fácilmente manipulable por el hecho obvio de vestir una determinada bandera.
Bajo las manos adecuadas, seguirá siendo capaz de entretenernos durante mucho tiempo, pero a veces cuesta encontrar esas manos (y cabezas, claro).
A mi modesto entender, las siguientes etapas son fundamentales para disfrutar plenamente del personaje, si bien parece claro, después de tanto tiempo, que cualquier idea puede ser desarrollada brillantemente por el autor adecuado.


Etapa fundacional, por razones elementales, especialmente en la Edad de Plata con Lee y Kirby, pero también en su origen inicial de los años 40.

Los episodios de Steranko, cuya influencia es inmensa.

El dibujo de Gene Colan, John Romita y Sal Buscema (primera etapa) en su plenitud.

Etapa Englehart, posiblemente el más brillante de todos los guionistas del Capi.

Kirby como autor completo, episodios con gran personalidad a todos los niveles.

Roger Stern y John Byrne, breves pero inolvidables.

DeMatteis y Zeck, tampoco puedes perdértelos.

Mark Gruenwald, larga etapa, muchas ideas, muchas cosas buenas, aunque también bastante paja. Ver, al menos, la saga del Superpatriota-nuevo Capi.

Mark Waid y Ron Garney, brillantes, aunque inicialmente frustrados en su progresión por la debacle organizativa de su propia editorial, salvaron al personaje en su momento y le dieron un nuevo brio.

Ed Brubaker, especialmente sus 5 primeros años (casi nada…), y más aun el tiempo que forma tándem con Steve Epting. De sobresaliente, sin duda.

miércoles, abril 09, 2014

 

El Capitán América de Brubaker y Epting



No cabe duda de que el enfoque mucho más adusto y crudo anterior (en la era Marvel Knights) supone un importante cambio cualitativo y un punto de no retorno, por lo más adulto (o realista) de la etapa. Marvel debe buscar un guionista capaz de aunar criterios y estilos, y lo encuentra en Ed Brubaker. Este multipremiado guionista de comics llega a Marvel procedente de DC donde se había distinguido por el tono de comic de género negro que imprimia a sus trabajos (Batman, Catwoman, Gotham Central, ademas de Sleeper, etc).


Fichado en 2005 para Capitán América, la colección queda totalmente en sus manos empezando por un nuevo número 1 (volumen V). Brubaker se hace perfectamente con el personaje, al que revitaliza pero a la vez conservando e incluso potenciando sus raices y su pasado, con el que es sumamente respetuoso, al tiempo que osado en sus planteamientos, consiguiendo el aplauso de público y crítica. Tras el periodo anterior, caracterizado por un baile continuo de creativos, resulta grato tener un guionista estable, que puede hacer planes a medio e incluso largo plazo.
Los primeros arcos argumentales resultan, a mi juicio, una auténtica obra maestra, y unos años de verdadero esplendor para la serie y el personaje, como parecía que no iba a ser capaz de recuperar.
Además de recuperar acertadamente un entorno apropiado para el Capi, como es Shield, Nick Furia, Sharon Carter y el Halcón, Brubaker se atreve nada menos que a rescatar a un personaje aparentemente intocable: el fallecido compañero de la Segunda Guerra Mundial, Bucky Barnes. No es el primer autor que lo plantea, pero esta vez el guionista americano consigue luz verde para su proyecto. Y lo hace de manera que crea un héroe totalmente nuevo y sumamente atractivo, el Soldado de Invierno. Pero Brubaker no se sustenta solo en golpes de efecto; el desarrollo de sus historias se prolonga durante meses, con un tratamiento realista y oscuro sin olvidar el género base, superheroico. Y se atreve incluso a matar al protagonista y sustituirlo, precisamente, por su propia criatura, el renacido Bucky.

Cuando el Capitan original vuelve, como todos sabíamos que haría, no recupera su cabecera, sino que se mantiene apartado de momento para dedicarse a tareas mayores. No por ello el interés decae, y Bru sigue manejando con maestria villanos antiguos y recientes para conseguir buenas historias.
La solidez del guionista se ve apoyada en todo momento por buenos dibujantes, a menudo alternándose en sagas diferenciadas, especialmente cuando el título ya se ha consolidado bajo su mando. Entre todos destaca Steve Epting, pero en conjunto hay un uniforme trazo realista en la línea general del tebeo.
Es de destacar que pese a lo dilatada en el tiempo que resulta su etapa en el título, Brubaker siempre tiene más sorpresas y buenas historias que contarnos, aunque al final pierde bastante fuelle.
Pasados los 50 números del volumen V, la colección cambia su numeración, retomando la primigenia. Habrá un volumen VI, pero sin desaparecer la serie madre, que se transforma durante un tiempo en un team-up. Y también veremos nacer una serie propia para el Soldado de Invierno, preciada creación del escritor.
Inevitablemente observamos que Ed Brubaker queda sobresaturado, va abandonando de modo paulatino las diversas series y, según declaraciones propias, el mismo género superheroico.
No cabe duda de que el guionista supo dar lo mejor de sí mismo, consiguiendo revitalizar unos personajes y entorno que años atrás parecían heridos de muerte, o al menos condenados a ser relegados como título de segunda. Bajo su dirección, el Capitán América de Brubaker ha sido un título que había que seguir.
Difícil papeleta la que tiene el encargado de relevar a Ed Brubaker, ya que además de las cotas de calidad alcanzadas, el personaje tiene su fuerte impronta, lo que marcará sin duda el rumbo a seguir. La editorial, dentro de una remodelación más amplia, inicia el volumen VII, coincidiendo con la entrada de un nuevo guionista. 


STEVE EPTING

Este viejo conocido de los aficionados ya habia demostrado su valía dibujando una extensa etapa de Los Vengadores en los años noventa, si bien entonces muy marcado por el entintado del inefable Tom Palmer, gran profesional pero que sin duda “personaliza” demasiado al autor del lápiz.
En Capitán América, un renovado Steve Epting sorprende a propios y extraños con un soberbio estilo que combina esplendidamente rasgos de cómic negro con el tradicional superheroico, y un realismo que no llega a ser exagerado.


Con estas características, le va como anillo al dedo al nuevo estilo que el guionista Ed Brubaker imprime al título y la combinación les impulsa a un éxito sin precedentes.
.Epting se convierte en el dibujante fijo de la primera etapa Brubaker, casi 4 años, deleitándonos con su arte hasta el nº42, luego el 46 y finalmente la guinda del 19 del volumen VI (último de Brubaker tras ocho años, toda una Era). También le veremos en numerosas portadas y en títulos derivados, siendo sustituido en números aislados o cortas sagas por otros profesionales que suelen seguir su estilo, dando gran cohesión a
la serie, y más cuando el guionista seguirá siendo el mismo varios años más.







miércoles, abril 02, 2014

 

El Capi de Englehart y Buscema




El que probablemente sea el guionista más significativo del Capitán América, excepción hecha de sus creadores, y con permiso de Waid y Brubaker (y Lee, claro), inició su colaboración en el título en el nº153, extendiéndose hasta el 186. Está claro que tenía voluntad de dejar huella y a fe mia que lo logró.
Aún con una breve carrera profesional en los cómics, con pocos trabajos en su haber desde pocos meses antes, el semidebutante Steve Englehart realiza simultaneamente Avengers, Defenders y Captain América, entre otras, realizando memorables historias, particularmente en esta última serie.
Y se hace notar ya desde el comienzo, con la ingeniosa historia del Capitán de los años 50, con la que por otro lado ajusta la continuidad temporal con el pasado de Marvel al explicar la existencia de un Capitán América en esos años, además de un comportamiento acorde con su época (la Guerra Fria), pero que chirría políticamente en la América más moderna.
Con la acción desbocada, también hace que el Capi gane superfuerza, crea el Escuadrón Serpiente, a Fénix, el hijo del Barón Zemo, modifica el origen del Halcón y muchas otras cosas.



Pero sin duda por la saga que más será recordado es la del Imperio Secreto, en la que la colección toma un rumbo inesperado. El Capitán América desenmascara una conspiración dirigida por su propio gobierno, lo que le lleva a replantearse su propia identidad, adoptando la del apátrida Nómada. Steve Rogers no se cuestiona la validez de sus ideales y, animado por sus amigos, continua luchando por ellos, pero en este punto cree que no puede identificarse con la bandera de un pais cuyos dirigentes políticos han actuado de esa manera. Después comprenderá que el ideal (la bandera) no depende de los políticos, sino de las personas. Cráneo Rojo se encargará de hacerle volver a tomar su papel, al asesinar sin vacilar al muchacho que creyó poder adoptar la identidad del Capi, Roscoe, en una escena de inusitada crudeza para la época.
Hay que señalar que en el comienzo y buena parte de esta saga está acreditado como co-escritor Mike Friedrich, guionista de numerosos titulos tanto en Marvel 



El menor de los hermanos Buscema es Silvio “Sal” Buscema, posiblemente uno de los dibujantes más laboriosos y cariñosamente recordados del Capitán América, tal vez por asociarle intuitivamente con la brillante etapa de Steve Engelhart, aunque no coincidiesen exactamente en sus respectivos periodos. De hecho, Sal dibujó al Capi en dos etapas más o menos largas, además de otros episodios aislados.
En el primero, del 146 al 181 y 188 (menos el 164), vemos un dibujante sobrio, eficaz, fiable, con anatomía algo tosca y estática, recursos algo limitados pero con gran sentido de la narración gráfica.
Dibuja un poderoso Halcón, que me gusta más que su Capitán, más rígido y masivo. El trazo es más básico, más elemental que Romita, por ejemplo, por mencionar solo a su antecesor. Destaca en los ambientes urbanos y las numerosas peleas callejeras. En los últimos episodios nos deleita a menudo con splash pages de este tipo. Suyos son los diseños de Nómada y del Arquero Dorado, así como Piedra Lunar y otros.
El segundo periodo comprende del nº 218 al 237 (excepto el 224) más una propina tardía con los 284 y 285 (episodios de relleno para dar tregua a Zeck). A menudo comparte lápices con Mike Espósito o Don Perlin (con algo llamado“acabados”), con lo que se resiente el resultado.

Tras la marcha de Kirby en el nº 214 se produce un pequeño baile de guionistas y dibujantes, hasta que Sal se ocupa de los lápices en el 218 y Roger McKenzie del guión a partir del 227. El Ameridroide, Animus o los Super Agentes de Shield pasan por estas páginas, y el 222 será el último número que lleve el nombre del Halcón en portada, presente desde el 134.
Sal Buscema siempre ha destacado por su capacidad de trabajo y si bien fue bastante menospreciado al principio, finalmente se han reconocido los méritos de su larga y fructífera carrera.





 

El Capi de Stern y Byrne



 

Genial tándem de breve recorrido (C A 247-255), amiguetes desde su etapa pre-pro en el memorable fanzine CPL, supieron dejar una gran impronta en la serie, convirtiéndose en referencia para la posteridad. Se nota buena química entre ellos y que se divertian realizando la colección. Stern conocía de cerca al personaje ya que habias sido su editor recientemente, y se propuso poner orden en el errático discurrir de la serie desde la marcha de Jack Kirby. Sin embargo, su trabajo se verá interrumpido por interferencias aparentemente menores del gran jefe, Jim Shooter, que pretendia limitar la duración de las sagas en la serie, lo cual incomodó los planes de Stern y éste prefirió abandonar, solidarizándose Byrne (amigo personal de Stern como hemos dicho) con su postura.



Pese a ello, en esta corta etapa se redefinen las raices del personaje, se realiza una gran caracterización de villanos y entorno, potenciando el lado civil del héroe, aparece un nuevo amor, Bernie Rosenthal, y se realizan grandes historias, especialmente la del Barón Sangre y la del Capi for President. Lástima que no llegasen a contar “su” historia de Cráneo Rojo, abortada con varias páginas ya realizadas.
Respecto al dibujo, John Byrne, que ya es un dibujante-estrella merced a su trabajo en Uncanny X-Men, está probablemente en lo mejor de su carrera: limpio, elegante, plástico, con gran dominio de la anatomia y del lenguaje corporal y una narrativa inmejorable, dibuja una amplia representación del Universo Marvel con una acción sin freno. Su Capitán muestra un cuerpo atlético sin exageración, en sus propias palabras, “está hecho como Superman y se mueve como Spiderman”.
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Soldado de Invierno

Nueva peli del Capitan America!
Demasiada acción y demasiados mamporros, para mi gusto, pero es una buena película de superhéroes, sin duda.
El protagonista hace un buen trabajo, teniendo en cuenta que no le dejan profundizar mucho en la personalidad de Steve Rogers, pero da perfectamente su papel.
Para mi, el mejor Furia, sin duda.
Me decepciona un poco Batroc, pero es lo que pasa de meter demasiado en poco más de dos horas, resulta un tanto plano.
Y me da pena que sea tan oscura, hasta el luminoso escudo del Capi está sucio! Solo en la secuencia final vemos el uniforme tradicional, más o menos.
Winter Soldier dará para mucho, incluso peli propia si me apuran.
Robert Redford está demasiado mayor, pero da prestigioa la peli y está bien verle hacer de malo.
Halcón es un buen añadido, aunque no entiendo porque le llaman Falcon en la peli.
En resumen, buen producto Marvel, aunque creo que han metido demasiados elementos nuevos.

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