miércoles, abril 09, 2014

 

El Capitán América de Brubaker y Epting



No cabe duda de que el enfoque mucho más adusto y crudo anterior (en la era Marvel Knights) supone un importante cambio cualitativo y un punto de no retorno, por lo más adulto (o realista) de la etapa. Marvel debe buscar un guionista capaz de aunar criterios y estilos, y lo encuentra en Ed Brubaker. Este multipremiado guionista de comics llega a Marvel procedente de DC donde se había distinguido por el tono de comic de género negro que imprimia a sus trabajos (Batman, Catwoman, Gotham Central, ademas de Sleeper, etc).


Fichado en 2005 para Capitán América, la colección queda totalmente en sus manos empezando por un nuevo número 1 (volumen V). Brubaker se hace perfectamente con el personaje, al que revitaliza pero a la vez conservando e incluso potenciando sus raices y su pasado, con el que es sumamente respetuoso, al tiempo que osado en sus planteamientos, consiguiendo el aplauso de público y crítica. Tras el periodo anterior, caracterizado por un baile continuo de creativos, resulta grato tener un guionista estable, que puede hacer planes a medio e incluso largo plazo.
Los primeros arcos argumentales resultan, a mi juicio, una auténtica obra maestra, y unos años de verdadero esplendor para la serie y el personaje, como parecía que no iba a ser capaz de recuperar.
Además de recuperar acertadamente un entorno apropiado para el Capi, como es Shield, Nick Furia, Sharon Carter y el Halcón, Brubaker se atreve nada menos que a rescatar a un personaje aparentemente intocable: el fallecido compañero de la Segunda Guerra Mundial, Bucky Barnes. No es el primer autor que lo plantea, pero esta vez el guionista americano consigue luz verde para su proyecto. Y lo hace de manera que crea un héroe totalmente nuevo y sumamente atractivo, el Soldado de Invierno. Pero Brubaker no se sustenta solo en golpes de efecto; el desarrollo de sus historias se prolonga durante meses, con un tratamiento realista y oscuro sin olvidar el género base, superheroico. Y se atreve incluso a matar al protagonista y sustituirlo, precisamente, por su propia criatura, el renacido Bucky.

Cuando el Capitan original vuelve, como todos sabíamos que haría, no recupera su cabecera, sino que se mantiene apartado de momento para dedicarse a tareas mayores. No por ello el interés decae, y Bru sigue manejando con maestria villanos antiguos y recientes para conseguir buenas historias.
La solidez del guionista se ve apoyada en todo momento por buenos dibujantes, a menudo alternándose en sagas diferenciadas, especialmente cuando el título ya se ha consolidado bajo su mando. Entre todos destaca Steve Epting, pero en conjunto hay un uniforme trazo realista en la línea general del tebeo.
Es de destacar que pese a lo dilatada en el tiempo que resulta su etapa en el título, Brubaker siempre tiene más sorpresas y buenas historias que contarnos, aunque al final pierde bastante fuelle.
Pasados los 50 números del volumen V, la colección cambia su numeración, retomando la primigenia. Habrá un volumen VI, pero sin desaparecer la serie madre, que se transforma durante un tiempo en un team-up. Y también veremos nacer una serie propia para el Soldado de Invierno, preciada creación del escritor.
Inevitablemente observamos que Ed Brubaker queda sobresaturado, va abandonando de modo paulatino las diversas series y, según declaraciones propias, el mismo género superheroico.
No cabe duda de que el guionista supo dar lo mejor de sí mismo, consiguiendo revitalizar unos personajes y entorno que años atrás parecían heridos de muerte, o al menos condenados a ser relegados como título de segunda. Bajo su dirección, el Capitán América de Brubaker ha sido un título que había que seguir.
Difícil papeleta la que tiene el encargado de relevar a Ed Brubaker, ya que además de las cotas de calidad alcanzadas, el personaje tiene su fuerte impronta, lo que marcará sin duda el rumbo a seguir. La editorial, dentro de una remodelación más amplia, inicia el volumen VII, coincidiendo con la entrada de un nuevo guionista. 


STEVE EPTING

Este viejo conocido de los aficionados ya habia demostrado su valía dibujando una extensa etapa de Los Vengadores en los años noventa, si bien entonces muy marcado por el entintado del inefable Tom Palmer, gran profesional pero que sin duda “personaliza” demasiado al autor del lápiz.
En Capitán América, un renovado Steve Epting sorprende a propios y extraños con un soberbio estilo que combina esplendidamente rasgos de cómic negro con el tradicional superheroico, y un realismo que no llega a ser exagerado.


Con estas características, le va como anillo al dedo al nuevo estilo que el guionista Ed Brubaker imprime al título y la combinación les impulsa a un éxito sin precedentes.
.Epting se convierte en el dibujante fijo de la primera etapa Brubaker, casi 4 años, deleitándonos con su arte hasta el nº42, luego el 46 y finalmente la guinda del 19 del volumen VI (último de Brubaker tras ocho años, toda una Era). También le veremos en numerosas portadas y en títulos derivados, siendo sustituido en números aislados o cortas sagas por otros profesionales que suelen seguir su estilo, dando gran cohesión a
la serie, y más cuando el guionista seguirá siendo el mismo varios años más.







Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]